martes, 31 de agosto de 2010

El hombre de al lado

Vayan sí o sí a ver esta peli. Mi hermano fue el asistente de dirección. Saben que soy muy fan de mi hermano. Es grosso. Y vean que no le estoy diciendo kinder. Bueno, eso, VAYAN.
¿Alguna vez jugaste a parecer famoso? A mí, cuando vivía en Buenos Aires, me gustaba mucho. Es sólo ponerle actitud y caminar como si tuvieras aura. Te juro que funciona. Groso. La gente te mira preguntándose si te vio en la tele. Bueno, según mi muy subjetiva y deforme perspectiva, claro.
Acá no puedo jugar porque no camino por la calle. Además, seguro no parezco famosa, parezco un et. Pero hoy hubiera sido un buen día y se ve que tenía un poco esa energía. En el ascensor un pibe se me queda mirando. Sonrío. Y miro para otro lado. Quisiera gritarle: disculpame, ya no me acuerdo cómo convivir en estas situaciones, sabés, vivo en el suburbio. Igual es un piso, yo voy al cuarto.
E es muy buena onda pero tiene mala cara. Le pregunto qué le pasa, no puedo evitarlo. Presión. No hay tiempo, tiene una junta. Se termina la plática. Una pena.
Pero antes me dice que no me va a dar algo porque es un insulto a mi inteligencia. Le agradezco el cumplido mentalmente pero pienso que mi inteligencia no tiene mucha dignidad y en todo caso se defiende sola y que mi bolsillo anda bastante necesitado. Después pienso que no voy para ningún lado, que tengo que cambiar de rubro. Como dice Domi, debería tener una pyme. Soy extremadamente operativa, es cierto. El problema es el contenido: ¿qué pyme podría tener cuyo giro no me deprima? No lo sé. Acepto sugerencias.
Salí temprano y me fui al Starbucks de Horacio, al que iba de vez en vez cuando laburaba en la productora. Pedí un vainilla late o algo semejante, con leche light, por suerte no tuve que decirle no a la crema batida porque tengo el sí fácil. Y cuando estaba buscando dónde sentarme, miro para arriba y veo a Andrea en una mesa. Subo riéndome, le digo de dónde vengo y me dice que ella también. Le estaré eternamente agradecida por haberme dado una mano. Hablamos un rato. Le digo que así no nos vamos a enriquecer nunca y coincide. Le digo lo que pienso siempre: tal vez mi cuota de suerte esté cubierta. Es cuasi un milagro que yo tenga un marido que me soporte. Puede que no tenga que pedirle nada más a la vida. Nos despedimos pero quedamos en vernos. Entretanto me llaman del colegio de Tita diciendo que vaya a buscarla más temprano porque le duele una muela (?). Jamás en su vida se quejó del dolor de muela. No da. Pierdo un poco el ánimo Powerpuff girl que venía teniendo al buscarla bajo la lluvia y después hacer la cola en la primaria. Son cosas que no.
Me siento a comer después de dos días. Carne con arroz. Comer en mi casa me aburre. Comer un poco me aburre. Estoy más flaca. La dieta funciona. Ser flaca me mejora el humor. Me pone de buenas, como dijo mi madre. Es cierto. Es como si se instalara una felicidad basal. Una mejor plataforma para todo el resto. A ver si me dura.
Ahora a laburar un rato. Disfruto los últimos días sin actividades extraescolares. Tita está con Feli y Simi se fue a lo de Dante, Milo anda por ahí. Como todos, es bastante independiente.

Bueno, eso, chicos.
Así de pavas las cosas.
Tuve insomnio de 2.30 a 5am. Pequeños y esporádicos ataquecitos de angustia. Feo. Alternado. Me desperté porque Roberta estaba en la cama y se quejó de sed. Bajé a buscarle agua y nunca más logré dormirme. Ella se fue a su cuarto y marido siguió con su sueño poco sentador. Marido está un poco límbico. Desde ayer pienso en las fases conyugales que son continuas y diferentes. Estoy demasiado inmersa como para poder descrifrar qué pasa realmente pero el tema me interesa, claro. Pensaba estos días en los primeros años, cuando nos llevábamos pésimo, nos peleábamos sin parar, era insopor estar con nosotros muchas veces pero también era gracioso muchas otras. Duró unos cuantos años. Toda mi energía puesta en él. Creo que tiene un poco que ver con la edad de los hijos, cuando son chicos todo es muy estresante y se pone mucho en juego todo el tiempo, después se van independizando y uno retoma su camino. Hace dos años, desde que no trabajamos juntos, somos casi normales. Nos peleamos lo mínimo indispensable. Pero también la conexión a veces es menor, supongo. Yo le saqué la mirada constante. Se pierde un poco de pasión (y no hablo de sexo) para ganar tranquilidad. A veces extraño un poco esa intensidad pero la mayor parte del tiempo agradezco que las cosas sean distintas. También debe ser la edad. Nada es igual después de los 30.
De todas maneras, a las 7 (momento en que el que se levantó retorna al lecho media horita más), marido me pone alguno de sus pesados miembros encima (jamás me podría haber casado con alguien liviano, el peso me es muy significativo) y yo siento que esa es la felicidad (ya sé que lo digo siempre pero es tan concreto e infalible).

Por lo demás, la panza ahí sigue, un poco resentida. Pero me voy al gym, a mover el orto porque le urge a mi espíritu. Marido tiene que dirigir show por acá arriba así que fue a dejar a hija al colegio y vuelve. Puede que no me lo cruce.  Ayer vi dos capítulos y cacho de The Wire, todavía no sé qué pensar. No leo una página impresa hace días. Muchos días. Estoy pensando en si no serán semanas (claro que fuera del trabajo digo). Cabeza explotada. Año duro. Igual pilas.

Me tocó las 6.30 a mí. Camilo se pliega al madrujage y a esa hora ya está hiper pilas. Tita en cambio a las 7.30 llora porque tiene sueño. Está clara la diferencia entre mis hijos varones y mi hija mujer.

Quiero decirles que: yo tampoco me puedo creer que tengo 3 hijos. 3...tres. TRES. Mucha demanda constante. Pero hoy no me quejo, eh. Me parece hasta copado. No, no tengo ni idea por qué pegué esta suerte de buen humor. Sorry.

Bueno, me voy. Aunque aguante poco la perspectiva de sauna me resulta muy genial.

En fin.Chicos.
Así las cosas.
Normales.

lunes, 30 de agosto de 2010

Me cansé de titular.
Más de cinco años y medio pensando qué poner en el rectángulo de arriba fue demasiado. No quiere decir que nunca más, quiere decir solamente que me saco la presión. Si surge, genial, si no acá estamos. No soy Página 12.

Sigue el dolor de panza. Llegamos del cirujano, cortó el hilo, tiró de los extremos y ya. Era un sólo hilo. no sé, una costura especial pero copada. Milo ni se enteró. Hasta le sonrió al cirujano cuando lo vio llegar. Unbelievable.

Antes de dejar a marido en la oficina le digo la conclusión de la sesión del mediodía: me quiero ir de México porque ME ABURRO. Es triste. Es cierto. Le digo que mientras él se realiza profesionalmente yo estoy hundida en el suburbio reproduciéndome como un conejo. Bueno, esa etapa ya pasó, sí, ahora cuido a las crías. Se ríe, obvio, a pesar del dolor de cabeza intenso como efecto secundario.

Paso por Tecamachalco, saco un brazo por la ventanilla y lo levanto para intentar tocar los árboles mientras manejo. A veces lo gestos de libertad son tan nimios. Mientras Camilo repite: mamamamama.

Mi psico se rió toda la sesión. No soy afecta a estetizar la miseria simplemente porque no creo que sea un buen modo de conjurarla. No fue eso. Simplemente: hoy no me sentía tan miserable. Igual, siento que es más productivo cuando me quiere medicar y lloro que cuando me despatarro y soy histriónica. De todas maneras, no estuvo mal. Algo saqué en limpio. Entretanto, ¿cuándo despatarrarse en cualquier lado deja de ser semi indigno para convertirse en patético? ¿A qué edad, digo? Por ahí estoy borderline y no me di cuenta. Cumplo 33. 33. Treinta y tres. Son un montón de años. Cumplo 6 de estar acá. También son un montón de años. Creo que me impresionan más que las tres décenas y tres unidades. Igual, bueno, faltan dos meses y medio.

Por lo demás, nada.
Día pseudo vacacional de sentirse mal y hacer poco. Mañana retomamos vida normal. Aunque no sea de lo más normal. Ves, por eso, aunque en Buenos Aires me sienta basurita, me aburro menos (o eso creo).

En fin, chicos.
Así las cosas.
Así las cosas.

lunes, nublado, dolor de panza

A la tarde fuimos con Ale y Pau a lo de Ile y decidí que después de dos semanas necesitaba azúcar en sangre. Excepto por dos cucharadas perdidas de helado el sábado anterior no probaba nada rico hacía más de quince días. El humor, en esos casos, comienza a empeorar en caída libre. Así que me desboqué con unas galletas cubiertas en chocolate más un sandwichito de jamón y queso en mini chapata. Y jugo de frutas. De todas maneras, ahora dudo. Simón también se sintió mal, con náuseas y dolor de cabeza. Pero después se la pasó. A mí no. Desde ayer tengo un dolor de panza horrible. Constante y sordo. Pensé que mi cuerpo no estaba pudiendo digerir por la cantidad pero ahora creo que es otra cosa. Whatever, acá estoy, sin poder hacer gimnasia. Teniendo que trabajar y hablando de ultra ex ex compañero con Fer vía chat. Coincidimos en que está llevando bien los años con pelo y sin panza. Siempre fue lindo, decimos. Igual, por lo general, a las mujeres les importa poco la gordura y la falta de pelo en los hombres. Pero no es recíproco. En fin.

Justo hablamos de celos, algo que venía pensando hace unos días por defecto. Yo no soy celosa. O no lo soy particularmente y me alegra. Es como un alivio. Dejar pasar una. Simplemente: no pienso. No me interesa perseguirme. Me aburre. Pero es incontrolable. Sos o no sos. Me da pena la gente que sufre por eso.

Estoy con poco ánimo de escritura. La panza se me retuerce, es lunes, la casa es un asco, Dany llegó hace unos minutos, tengo que terminar un laburo, ir a la psico, llevar a Milo al cirujano, forrar dos libros que me quedaron sueltos. Etcétera.

Ya hay cosas de las cuales no me acuerdo. No son las drogas (oh, claro que no), es la maternidad.
Bueno, dejemos las pavadas. Me voy a bañar.
Así las cosas.
Tiraduchas.

domingo, 29 de agosto de 2010

no me gustan los gatos

no me dan miedo, me dan desconfianza
ahora pareciera que todo el mundo ama a los gatos
porque son elegantes y autosuficientes
hay gatos lindos y encantadores lo admito
pero
igual
a mí
siguen sin gustarme.
Pensamiento recurrente, sintagmas que se imponen una y otra vez + hijos que reclaman, gritan, se pelean, piden (ahora Camilo me saca el cable de energía, todo es una lucha en esta casa). Marido lee diarios en su Ipad, Tita juega a algo en la compu y Simón y su amigo juegan a la wii. Ayer potrearon tanto que no me importa un poco de alienación digital por unas horas. Mucho parque, mucha bici, mucho vecino. Mientras, pienso en los que se cayeron del lado oscuro de la fuerza y lo distingo de la locura pura y dura, la del agujero negro que te chupa contra tu voluntad y te vapulea contra sus bordes. Diría que yo soy un poco más Rainbow Bright aunque las arenas movedizas me rodeen. Concluyo: mantengamos a los Drath Vader lo más lejos posible, luchar contra su energía desgasta.

Por lo demás, ayer fue un día considerablemente bueno. Marido le hizo unos fideos a los niños, nosotros picamos algo y vimos The informant (score setentero y foto muy buena), bien, normal, típica.

Siempre digo que Camilo está espléndido desde la operación lo que es bastante cierto. Pero el sueño se le alteró. No quiere quedarse solo en la cuna (lo que sucedía desde que nació) por lo que me tiro sobre la alfombra, al lado, recostada sobre mi lado derecho, con las piernas flexionadas, la cabeza apoyada en el brazo estirado y la mano izquierda acariciándolo por entre los barrotes. Una vez que se duerme, me arrastro hasta la puerta. A la hora de la siesta y a la noche.
A las 3am se despertó llorando y con las sábanas empapadas. Hice un arreglo rápido, muy dormida y lo volví a dejar pero a las 6 estaba completamente despabilado. Me lo llevé a la cama y fue, como siempre, un sufrimiento: me empuja, me tira del pelo, quiere bajarse de la cama (las advertencias freudianas sobre estos tópicos me chupan un huevo hace rato). Le pedí a marido que le hiciera una mamila y lo llevara a la cuna nuevamente. No sé a qué hora sus hermanos lo rescataron. Nosotros logramos mover recién a las 10.
Marido hizo desayuno con huevos, papa hash y quesadillas y después lavó los platos (porque yo hice un comentario tipo la próxima vez preguntame si quiero lavar todo...soy insopor y él es bueno, sí). Ahora me toca hacer la mamila a mí. Sentís que el domingo no te alcanza para tanto diario. No sé qué haremos. Tal vez algún museo. Me dan ganas de salir al sol.  Después creo que merienda en lo de Ile. Si estuviera en Buenos Aires, hubiera querido dejarle los chicos a mis padres y salir con marido a desayunar al aire libre y leer diarios impresos. Ahora ellos se están yendo a Puerto Madero a comer con el kinder y Ela.
Uh, hijo menor chilla con toda su fuerza pulmonar.
En fin.
Que la fuerza te acompañe.
Así las cosas.

sábado, 28 de agosto de 2010

fotobutiando

Me escapé del cumple infantil para que Milo durmiera la siesta, fue en el momento en el que los hombres (en un gesto muy argento) huyeron a jugar tenis/paddle. Marido también, por segunda vez en el día.
Hace unas semanas que tengo este blog. Nació como un experimento, quería sacarme una foto por día con el photobooth y que quedara como un registro del paso del tiempo. Ahora parece un ejercicio narcisista extremo (bueh, puede que lo sea) pero me divierte. Aunque no actualice todos los días. Freno los impulsos de sacarme fotos en pelotas no sólo porque no da (no, no da) sino porque la desnudez no es algo particularmente bello (en general, no sólo en mi caso particular). En fin, no aclares que oscurece. Voy a terminar de ver el cap de House que colgué ayer aunque debería laburar. Y después, si me da tiempo por ahí me clavo una peli.
Así las cosas.
La fiaca continúa.

mañana de sábado

Fe de erratas (hibernar va con b y no con v).

Empiezo a pensar el post mientras garchamos. Aunque ahora no sé qué pensé, creo que algo relativo al escenario político argentino. No entiendo bien, leo por encima, veo foto de amigo de padres en perfil, en el equipo económico del cabezón, me pregunto hacia dónde vamos. Leo las columnas como siempre pero no es lo mismo sin Fogwill. Lo digo de verdad, no suelo sumarme a estas olas, no es mi estilo. Su columna era mi preferida y después le sigue la de Mairal. Me altera un poco que no tenga foto y que a veces sea un poco remilgado, pienso que ese chico se podría dejar ser. Pienso que ciertos escritores tienen una actitud pacata en su vida pública y me torra. Me gusta como escribe. Me gusta mucho leer a Fogwill y me divertía su capacidad de decir cualquier cosa. Mientras desayunamos, pienso que el pequeño campo intelectual argentino está muy tranquilo. Los agitadores de siempre parecieran estar hibernando o retirados en sus cuarteles, aburridos de que no pase nada. A ver si la primavera los desaletarga un poco. Leo el reemplazo: Guillermo Piro. Le daremos una oportunidad. Antes me olvidé de la de Kohan, a quien sigo atentamente desde Correo argentino en Los inrocks.
(Justo me llama D y aunque está triste me pongo de buenas).
Ayer marido finalmente cenó solo con conocido, Dany se sentía mal y no me dio dejar a los chicos despiertos sin siquiera avisarle. Camilo, además, estaba molesto. Sandwichito de pan árabe y oaxaca como todas las noches. Después, dos capítulos y medio de House Season 01 y chat con coachie que me hizo cagar de risa como en sus mejores momentos. ¿Tengo que darle tiempo a House? La estructura es idéntica siempre: mínima presentación del enfermo, negativa de House a tratarlos, primer diagnóstico, mejoría, recaída, descubrimiento de la verdadera enfermedad, cura. Ok. ¿Más adelante hay más conflictos entre los médicos? ¿Historias de amor? La falta de pruritos éticos ya está. En fin. Tal vez debería haberle dado una oportunidad a The Wire tal y como me recomendaron. Después llegó marido, charlamos un ratis y nos dormimos.
A la mañana le digo: qué suerte que tenés de que soy una bomba sexy. Me río a carcajadas y él también. Si no lo digo yo no lo dice nadie, lo que es bastante razonable. Tengo que bañarme, tengo una reunión skypera al rato, tengo que ir antes a comprar regalos infantiles (cómo odio comprar en general), no time para hacer gimnasia. Hay sol. Fiestita en el parque. Y no mucho más. Tengo ganas de quedarme leyendo. Pero tengo muchos hijos y otras obligaciones. Marido e hija se fueron al club.
Me dormí pensando en que dejé de confiar en eso de tirarle la buena al universo. No sé si ser recto, paciente, generoso, honesto y esa mierda funciona.
Marido me dice algo del conocido que vive en Dallas, tiene dos hijos y no tiene ayuda. Dice algo tipo "pobre" y yo le digo que eligieron vivir ahí. No me importa lo que pienses, yo no hubiera tenido jamás hijos si no sabía que alguien me iba a ayudar. Diego dice que me va a denunciar en progres.com y yo le digo que me la suda. Es verdad. Fue la única condición porque si no, no me hubiera reproducido. Es cierto cuando digo que no nací para esto. Así que ya sabés. Soy este monstruo.
Ah, tengo dos granos impresentables. Pero el resto del cutis extrañamente terso. Creo que comer sano ayuda.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Paja.

viernes, 27 de agosto de 2010

la disciplina

Me estoy por ir pero hace días que me ronda el tema.

Hay cosas en las que creo positivamente y la disciplina es una de ellas. En cuanto a mí, al menos. Es uno de los ejes que me recorren con más fuerza. Soy, con algunas cosas, extremadamente disciplinada. Siempre lo fui. Es parte de la neurosis igual. Disciplina y estructura por demás. Sí, ya sé que no parezco. Pero tampoco parezco abstemia y lo soy, no parezco madre y tengo 3 hijos y completá con los etcéteras que quieras.

Adelgacé un poco más. Me sobran un poco menos de dos kilos. Voy lento pero voy. La comida no ganará, oh no. Hay que ponerse las pilas. Cuando era chica pesaba 65. Sufría mucho por eso. Ya dije alguna vez que igual creo que era más sexy. Gordich calentona. Después de que me dejó Esti adelgacé y después de que nació Simón adelgacé más. En una época era medio anorexic. Un plomo. A cierta edad la anorexia no corre más. Aburre. Ahora simplemente soy disciplinada. Hace dos semanas, claro. Porque antes: desbarranqué. Con el estudio era disciplinada. Con el trabajo lo soy siempre. Jamás no llego a un deadline o no cumplo. Eso no existe para mí. Ahora.
¿Qué hacemos con esto?
¿Me vuelvo una coach de gordos o de gente sin voluntad en general?
No sé.
Tirame una.
En fin.
Me voy a cumpleaños infantil en salón encerrado y ruidoso. Pero mejor para los niños. En eso también gana el deber.
Bueno, eso.
Así las cosas, chicos.
Estrictas.

ay, qué boba

Me fui a dormir pensando eso de mí. Y me levanté con el mismo sentimiento. Soy tan tan boba en algunas circunstancias. ¿Por qué? Sería la pregunta. ¿Por qué le tiro la buena a gente de la cual no recibo nada? No lo entiendo. No me entiendo. Además, es nuevo. Creo que hasta este año al menos no era tan extremo. Rescatate, nena. De una buena vez. Generar y después pensar que no da, movimiento pendular de distracción. Claro. Distraerse. En fin.

Cenamos. Bah, Diego se hizo el pescado rico que le compré el miércoles con budín de calabacita y yo me clavé mi pan árabe tostado con queso. Había comido mucho en lo de Pau, en exceso, podría haberme salteado la cena. Ahora gym. Work. Y después no sé bien. Simón invitó a un amigo pero la madre no me contestó el mail. Hay un cumple en Piccolo Mondo y todo así. A la noche marido quiere que vayamos a cenar con conocido que vino de...no sé, algún estado de US. Marido se me tiró encima después de meses de que no sucediera. Pensar que antes la dinámica era siempre así.

En fin. Not much, eh.
Así las cosas.
Estancadas.

jueves, 26 de agosto de 2010

tópicos del día

*¿por qué nos enamoramos así las mujeres? ¿qué les pasa a los pibes por la cabeza? la cuestión me ronda sin parar. le pregunto a marido y me dice: si ya sabés. creo que me sobre estima.

*hoy Pau me dijo que soy una madre fálica (interpretá lo que quieras yo sigo intentando entender) y que no soy elegante (lo que todos sabemos pero...). es el problema de tener una madre bien vestida, psicoanalista, que cocina rico. el contraste entre padres y yo es notorio pero bueno, es lo que hay (en esta generación sólo se desarrolló más la simpatía lo que sabemos, a mí no me sirve para un carajo).

*le pregunto a marido: ¿vos me ves el carisma? (sí, soy este delirio con patas). bah, con rodete de pájaro loco. él me contesta que sí, que obvio. me lo dice porque me quiere y para que no lo joda más. a marido no le interesa desarrollar los temas que le tiro.

*la semana fue eterna. camilo está genial. no plans para el findex. me aburrí de estar acá. aburrirse es de lo más imperdonable.

*hoy chatié un rato con fl y me quedé pensando en algo pero ahora no me lo acuerdo. hace años que no hablábamos.

*igual estoy de buenas. no entendemos por qué. queremos que los aires laborales cambien (no sólo los propios, mejor dicho, más los conyugales).

*ceci me dijo: vos pensás mucho. yo pienso que tiene razón.

y algunas cosas más pero mejor me voy a la cama a leer un rato.
así las cosas, guys.
juevetinas.

el aire vuelve a ser respirable

No estoy yéndome al club, para nada. Ya me bañé y me vestí y espero a que vengan muchas mujeres a desayunar a mi casa con motivo del baby shower de Flor. Es obvio que tiro la buena y después me arrepiento. Suelo querer irme rápido de esos eventos y al ser en mi casa simplemente no me está permitido. Igual todo bien. Ya puse la mesa, los dulces en sus correspondientes contenedores, puse a hacer tostadas, corté más pan, etc. Mi balanza piró (supongo que es la pila) así que no me pude pesar. La curva va lentamente para abajo. Muy lentamente. Pero ahí va. No hay que cejar.
La realidad no cambió un un ápice pero mi casa volvió a ser un lugar vivible. Durante tres días no lo fue, creeme. De todas maneras, ayer me di cuenta de que necesito volver a Buenos Aires, mi vida cotidiana acá es chata, llovida y aburrida y la vida se pasa entre tanto. No lo quiero más. Aunque Buenos Aires me haga sufrir (los enrosques, la gente viendo constantemenete qué hace el otro, la envidia, la mezquindad, etc, etc). No sé lidiar bien con el mundo, nada bien. Además, sé que desde acá parece que podría trabajar y después las cosas no fluyen como pensabas, no idealizo a ese nivel. Pero igual lo elijo a pesar de todo (son días eh, hay días en los que ni a palos me dan ganas de volver, prefiero quedarme lejos y resguardada). Entretanto llego el 18 de diciembre a la mañana y me voy el 7 de enero también a la mañana. Marido llega el 23.
Por lo demás, poquítísimo.
Ah sí: nació Sibel. Así que desde este ámbito le damos la bienvenida y le mandamos besos y abrazos lejanos a Ale y Haidu. Me fui a dormir pensando en un comment de ayer sobre la maternidad. Yo creo positivamente que uno puede vivir tranquilamente sin tener hijos (bueno, lo supongo, claro) pero la maternidad lo que te confiere es otro espesor, le da una dimensión más a la vida y no quiere decir que uno sea fana del mundo infantil (bah, yo no lo soy en lo más mínimo sino por el contrario). En fin. Que pienso en cosas para no angustiarme a la noche. Ando sin ganas de leer siquiera.
Y se casan Lean y Marian, me coparía poder estar ahí. Pero creo que no estaremos.

Creo que no mucho más. Está nublado y ya no hace calor. Tengo que trabajar sí o sí. Y acá sigo en este mar plano en el que se volvió mi vida.
Así las cosas.

miércoles, 25 de agosto de 2010

no entiendo bien

Me doy cuenta de que hay toda una franja de relaciones humanas que se me escapa.

Cuando volví de bañarme estaba mi compañera de locker, la viuda, de 50, que nada y que hace un par de semanas me contó que tenía muchos candidatos gracias a match.com. En ese momento parecía una adolescente, tenía dos citas pendientes y un aura distinta. Chatiaba todas las noches con uno de 60 que le encantaba y que el veintipico iba a conocer. Ese día me di cuenta de que uno puede enamorarse a cualquier edad y que el entusiasmo no se pierde. Hoy la vi y estaba a full con la BB. Le dije que quería saber todo pero estaba la otra amiga del locker así que no pude tener muchos detalles. Lo único que saqué en limpio es que el que le copaba le rompió un poco el corazón. Tal es así que el finde volvió a ver He´s not that in to yo (¿podés creer que esa película de mierda se vuelva un referente constante?). Primero le prometió el oro y el moro, chatiaban o skypeaban todos los días y después de tres encuentros él le dio a entender que no podía darle lo que ella quería. Y listo. No apareció más. Claro que ya tiene muchos otros pero ninguno le gusta tanto. Me fui al coche sin poder dejar de pensar en el tema. ¿por qué los tipos laburan tanto para coger y después se aburren? Ya sé que es una obviedad y que la emoción de la caza, el flirteo, el jueguito histérico son muy divertidos. Pero no me termina de cerrar. Lo que viene después está bueno también, la confianza, etc, etc, no sé si mejor pero puede ser copado. Aunque, bueno, entiendo que un señor divorciado hace veinte años no quiera sumirse en la monogamia (un estado completamente antinatural al que creo que casi todos nos sometemos sólo por la ley de reciprocidad).

También debo decir que no lo viví. Cuando era carne libre creo que ningún chabón tuvo que laburar demasiado para coger conmigo. O al menos un poco pero no en ese plan. Digamos que los histeriqueos terminaban en polvo a sabiendas de que no iba más allá de pasarla bien un ratis. Las únicas relaciones serias que tuve devinieron de fiestas en las que me fui con el candidato. Y ya. Entonces, me pierdo. ¿Qué necesidad de seducir para después abandonar? ¿Cuál es la gracia? ¿La mera conquista? Si hay alguno que tenga ganas de contarme un poco, me da curiosidad. La mayoría de mis amigos no son así, marido creo que menos. Bah, no sé, en realidad por ahí son todos así y yo vivo en la ignoracia. No lo descarto. También hay minas que disfrutan mucho de eso. No soy de ese bando. Entiendo la emoción de los primeros contactos, conocerse, generar expectativa pero nunca me gustó la incertidumbre. Decime todo.
De todas maneras, internet vino a pudrir las relaciones humanas. Demasiadas plataformas, demasiada información, la red te quema la cabeza.
En fin. Eso, una pavada que me rondaba.
Hice 35 de patinadora. Sauna. Super y acá estoy, teniendo que trabajar.
Bueno, chicos.
Así las cosas.

la angustia es contagiosa

Me quise dormir temprano, leí media página y apagué la luz antes de las 10pm. Pensé un rato en pavadas, imaginando escenas, diálogos, esas cosas que creo hacemos todos. Y me dormí pero sólo unos minutos, de repente, una incomodidad infame, no poder respirar, no entrar en el propio cuerpo, un vahído que viene y se va. Ganas de morirte. Porque te parece que esa sensación no se va a ir más. Fueron un par de horas, las peores horas en meses. Bajé a tomar coca y a comer un poco de yogur a ver si funcionaban como cable a tierra pero no. Un quejido que sale desde lo más profundo. La falta de lugar para uno mismo dentro de uno mismo. Me clavé un cuarto de rivo pero casi no hizo efecto. Dormí poco y mal, me desperté unas cuantas veces, la sensación no se había ido. Lo de siempre: colonizada.
Igual me pasan algunas cosas buenas. Algunas cosas que gesto yo y me ponen contenta pero son muy nimias.
Creo que finalmente sí adelgacé. Ahora puedo predicar mis boludeces con un poco más de autoridad. Intenté comer una tostadita pero no hambre. No ganas. Me toca super. Primero un rato de gym (si es que hay alguna máquina) y después compras. No encuentro la cinta del polar, yo, que no suelo perder nada no encuentro algo que me es de suma utilidad. La respiración se dificulta. Extraño el taller pero no puedo volver. No money. Escribir, ese salvoconducto.
En fin.
Así las cosas.
Oscuras, ahogadas, solitarias, difíciles y desalentadoras.
Pero le ponemos garra.

martes, 24 de agosto de 2010

si tan sólo realmente predicara con el ejemplo

Estábamos en el parque con Pau, hablando de cosas, como siempre y se acercó una amiga de María a quien había visto en el mismo lugar el viernes pasado. Después de pedirnos un cigarrillo me dijo: estoy haciendo dieta y todo el tiempo me acuerdo de tí. Es que el día del encuentro estaba también Mercedes y yo rechacé el paquete de papas fritas aduciendo que estaba a dieta, hice toda mi exposición sobre la comida y la voluntad, de cómo uno no puede dejarse vencer por un cacho de morfi y pegó, sí, son esas premisas que tiro al viento y a veces funcionar. Para el resto, claro. Porque yo sigo sin comer cosas ricas pero adelgazar no adelgazo. Porque después de los 30 si querés adelgazar tenés que hacer dieta posta, no cuidarte. Eso: no funciona. Por lo demás, las dos nos pusimos a forrar los putos libros con el contact que pasó a comprar Pau por el Office Max superpoblado. Me quedaron mucho mejor que los años anteriores y lo logramos en tiempo récord (era la primera experiencia de Pau con el tema y creo que inaguró muy bien el temich escolar), a mí me tocaban seis y a ella tres. Marido llegó temprano pero ese capítulo no lo vamos a toca. ¿Ubican lo de irrespirable? Bueno, seguimos en la misma. Me voy a ir a la camuch a ver qué leo. Monsivais me cae mil puntos y está todo bien con Apocalipstick pero creo que necesito ficción pura y dura.
En fin guys.
Así las cosas.
Res non verba.

martes sol y frío a pesar de que es verano

Espero en el teléfono para hablar con el encargado del transporte. Ya anoté a Simón en fútbol y tenemos cita para la entrevista con los maestros el viernes 3 de septiembre a las 9.45am. Siempre tuve una memoria hiperconfiable pero ya no, pedí miles de turnos con médicos varios y ahora no me acuerdo ni días ni horas. Van diez minutos y me vuelven a preguntar quién soy. La mamá de...ay sí, le paso con el profesor Marcos. Acá sufro los problemas de comunicación, la vuelta y la ida no funcionan es el regreso y...no sé lo de la mañana.
Ayer finalmente ni siquiera me senté con marido, se malhumoró (conmigo intensamente) por lo que tomé mi sandwichito de pan árabe y queso Oaxaca y me lo comí en la cama intentando mirar algo en Cuevana pero sin éxito. Leí algo y me dormí bien temprano porque a las 6.30 me tocó levantar hijo, hacer leche y tostadas, meter yakult y manzana en la mochila, los libros forrados en una bolsa y esperar a que llegue el camión (a las 7 en punto). Me sobra el tiempo. Siempre lo mismo: soy muy rápida para todo (todo quiere decir TODO) y eso no es bueno. Que sobre el tiempo es una mierda, es la medida de la infelicidad, creo. Pero es lo que soy. Volví a la cama media hora, la mejor media hora del día, claro, y a las 7.30 vestí a Roberta, me vestí yo y desayuné con el clima irrespirable de hace días. Nos acostumbramos. A las 7.55 estaba en el gym, todas las máquinas ocupadas (mala hora) pero me encontré con Carmen. Volví a los aparatos. 20min de bici y después un poco de la rutina (sin peso me pongo muy grandota si me mal copo) a pesar de la contractura. Después 15 de patinadora. Que la gente me habla y me cuenta sus cosas no es nuevo, en cualquier circunstancia. After that me metí en el sauna, el momento de reflexión y descanso más copado del día (después de la media hora de yapa). Sola, encerrada en el cubículo de madera a unos cuantos grados de temperatura, relajo. Después baño, cruzarme con compañera de locker que me habla un poco también, me despido diciéndole que la vida es dura y ella me responde: ya lo creo. Mientras me preparo un café (capuccino de sobrecito que me sugirió Dany, bah, me impuso y no pude decir que no) escuché el relato de la pelea con su novio. Le dejó un golpe que no da. La violencia que no da. Le tiro alguna frase y bajo al estudio y aquí estoy, con laburo atrasado, libros por forrar, hora en el dentista (tengo que llamar para confirmar porque me la olvidé) y no mucho más. Mi vida solitaria. Sí. Igual amigo me manda mail que dice: Tengo chismes graciosos para contarte, fotos para compartir y contactos para pasarte...Conectate y nos hablamos!!!
Y me alegra.
Soñé que tenía una cita con un psicólogo. Era soltera. Nunca salí con un psi. Creo. En el mismo sueño me llamaban TE y Alo para que participara de sus respectivos videos (?). Mejor ni rastrear los restos diurnos. Debería haber estudiado psicología, todos lo sabemos. Hubiera sido una buena terapeuta (y yo no suelo hablar bien de mí, eh).
Hace días que vengo pensando en la maternidad, en la reflexión y en las fisuras. Cuando tuve a mi primer hijo no tenía madres alrededor. Después de un tiempo me hice amiga de Merin pero antes era muy sola. Nunca esterilicé mamaderas ni chupetes, creo que nadie me dijo que tenía que hacerlo y simplemente no lo hice. Así de fácil. Y con mis subsiguientes hijos seguí la misma premisa. Soy amiga de los gérmenes, creo positivamente que generan defensas y mis hijos son los nenes más sanos que conozco. Posta. Por otro lado, jamás leí un puto libro de crianza. Sí el Duérmete niño porque Coco tenía algún desfasaje no sé en qué momento. El primer hijo es difícil y después, todo fluye. Todos duermen bien, siempre los dejé en la cuna para que se durmieran solos, les digo hasta mañana y les doy un beso y cuando estoy de buenas les digo que sueñen con los angelitos. Se duermen en general sin mayores problemas, muy temprano. Si dicen que tienen miedo les digo que se vayan a mi cama y después los paso. Todos comen de todo y si no quieren comer algo, simplemente no comen. Creo en los límites aunque son difíciles de poner y de sostener. Creo que con Camilo estoy un poco blanda, es caprichoso. Y Roberta también pero lucho contra eso. Soy una madre muy tradicional en un punto, no lo tengo particularmente teorizado. También soy muy mediocre. No destaco como madre para nada. Pero, de todas maneras, creo que tengo cierta solidez que en otros ámbitos no. Y para variar, convicciones fuertes (esto se sostiene en casi todos los aspectos de mi vida y creo que se acentúa con los años). Respeto todo. Creo que cada cual busca su camino y hace lo que puede. Mis hijos van a ser neuróticas más por lo que soy que por lo que hago. Es una triste realidad. Pero la línea divisoria siempre es el amor. De todo se vuelve, del desamor materno/paterno, creo que no. ¿A qué venía todo esto? Ah sí, al tuiter de ayer de Noe y una nota que vi en ADN. Y a que pienso todo el puto día en cosas sin importancia. Ponele.
Bueno, a trabajar se ha dicho.
Así las cosas, guys.
As always.

lunes, 23 de agosto de 2010

día largo, largo

El cuello girado a la derecha, completamente. No puedo moverme si no es en bloque. Las contracturas te vuelven un ser en posición antinatural. Yo de por sí tengo la cabeza salida, como una tortuga. A los 12 cuando me llevaron al traumatólogo el señor no tuvo mejor idea que decir que era una tendencia, una actitud ante la vida. Un pelotudo, bah. Mi vida podría haber sido otra.
Compré los forros que ya vienen armados pero mañana me esperan cinco libros a los cuales hay que ponerle contac. Yo, justo yo. En este mismo momento le voy a mandar mail a María a ver si se apiada y me da una mano. Las dos, en realidad.
Hoy no le lloré a la psico, me contuve. Lloré cuando salí y me di cuenta de que posiblemente no tenga remedio. La honestidad brutal con uno mismo tiene consecuencias. Me di cuenta además de que no había hablado mal de mí lo suficiente.
Vino Lisa cuando me disponía a terminar la nota sobre Piglia y a laburar un rato. Nos colgamos charlando en la sala de tele que se fue poniendo oscura, acompañando la tristeza general y la particular por su partida. Cuando Lisa dice güey me causa gracia. Pero la voy a extrañar mucho. Para nosotros también es hora de mover, ya lo dije. Entonces, estoy triste y dura y nada tiene que ver con merca. Ojalá.
Es hora de que mis hijos se vayan a la cama.
Yo voy a sentarme con marido en silencio o respirar que la vida es una mierda.
En fin, así las cosas.
Torcidas.

contracturada

Y el agobio que no se va. Dormí pésimo y justo antes de que sea la hora de levantar a Simón, soñé que en un lugar de una camioneta pasaba un chevy (corsa) a buscarlo y tenían que amucharse todos (y me angustiaba por lo peligroso). En realidad no me levanté, se levantó Diego y lo iba a llevar pero finalmente vino a buscarlo la camioneta de siempre. No pude arrancar hasta las nueve menos cuarto. El cuello duro, la respiración atrofiada y pensamientos que se agolpan en esta sensación de limbo en la que vivo siempre. Odiosa. Ayer comimos en la Roma con Domi, Lalo y Cristina. Lo único que zafó del domingo. Antes hicimos tiempo porque había que esperar mesa, fui al local de ropa vintage (hace una década creo que no me probaba algo usado), le mostré un vestido a marido pero el chico que atendía (amabilísimo por demás) dijo que era demasiado serio para mí (?). El único que me gustó implicaba que fuera una persona cuatro kilos más flaca. Ahora tengo que trabajar. Obnubilada por el dolor y la angustia de la nada, todo me cuesta. Conocimos a la maestra de Tita pero fue completamente intrascendente. Un sinsentido. Por suerte me traen a Simón porque si no, tenía que bajar, subir y volver a bajar para ir a la psico a las 4pm. Lo único bueno de la semana, creo. Después de este finde, las cosas volvieron a ser como siempre. Ya nada me importa, imposible de explicar pero como si las prioridades se hubieran reubicado. Ahora sólo puedo pensar en diciembre, en ir a Buenos Aires. No hay otra zanahoria.
En fin.
Así de chatas, aplastantes, asfixiantes y desalentadoras las cosas.

domingo, 22 de agosto de 2010

el famoso y nunca bien ponderado domingo de mierda.

mejor ni te cuento. lo indecible y más.

me pongo a ver una peli.

así las cosas.
pre escolares.

domingo de sol y paja

Marido y Tita juega a algo parecido a las damas. El bebé duerme su siesta matutina, Simón boludea en mi teléfono y yo leo diarios todavía incrédula por la muerte de Fogwill. No me la esperaba. No hablemos de su literatura ni de lo que significan sus libros para cada uno de nosotros. No es necesario. En el presente, todos los sábados, leía la columna de Perfil y por lo general sonreía. Me sentía cercana. Ahora eso se terminó y es muy concreto.

Siempre pienso cosas cómo: pobres los hijos chicos. Quedarse sin padre de muy joven es algo con lo que me cuesta lidiar conceptualmente. Mis propios temores, claro.

Camilo tiene que estar quieto y eso es algo bastante pesado para un nene de un año y tres meses. Para sus padres, en realidad. Nos pasamos la tarde acá. Ale se fue, yo lo saqué a caminar un rato pero tuve que volver por la lluvia. Se largó una tormenta horrible. Muerte, tormenta y encierro. Raro.

Vimos The ghost writer y no me gustó. Aunque la disfruté, claro. Directores clásicos volviendo a scores clásicos. Y cielos nublados. Giros hitchcockianos. Polansky y Scorsese en esa línea.
Ewan McGregor me parece inmoralmente buen mozo. Pierce Brosman actúa muy mal siempre. Me pregunto por qué lo siguen llamando (también es inobjetablemente buen mozo pero con otro signo). Comimos algo en el sillón. Antes habían cenado los chicos, escalonadamente. También intentamos ver The runnaways pero no corría. Queda para hoy.

Me levanté con la misma angustia con la que me despertaba en segundo año. La angustia escolar. No quiero. Me rehuso. ¿Qué hago? A la tarde por suerte tengo sesión. Me urge.

Coger también. Hay sequía. Y yo no sirvo para eso. Malhumor.

Leo un par de notas más y me baño. Caminaremos a Walmart a comprar mochilas y después le dije a marido que quiero comer carne en alguna parrilla. Tenemos que transportarnos lo más lejos posible, tiempo que el bebé se pasa en la silla. Tiempo que no tenemos que dedicar nosotros a entretenerlo. Difficult todo. Uh, ahora hijos juegan y se pelean.

Así las cosas.
Excesivamente domingueras.

sábado, 21 de agosto de 2010

se murió Fogwill

y no se me van las ganas de llorar.

listo

Uf. Ya pasó. Salió todo bien. Nos despertamos temprano, nos bañamos y mantuvimos a Milo lejos de la cocina para que no sintiera el ayuno. A las 9 salimos los tres. Hicimos los trámites y entramos en la sala de pre operatorio. Lloriquié desde que vino la anestesióloga a explicarnos que le iba a dar un sedante hasta que lo dejamos en la puerta del quirófano. Se me caían las lágrimas. Seis enfermeras distintas vinieron a presentarse y decirnos que iban a ser quienes se ocuparan de nuetro "bebé". Dos preguntaron si era mi único hijo. No, no, es el tercero...Todas estaba maquilladas como para ir a una fiesta y vestidas iguales por lo cual era prácticamente imposible distinguirlas. 10am en punto se lo llevaron completamente boleado y con su pato pato mugriento. Justo llamó Ale cuando nos sentamos en la cafetería. Ahí mismo hay un salón de eventos y estaban festejando un bautismo (?). No sé, no se entiende quién quiere hacer un evento en un hospital pero había como doscientas personas desayunando. Hay que decir que el Hospital Español es un lugar enorme y con jardines pero de todas maneras, a cincuenta metros de las mesas vestidas con nombres y dulces, hay un quirófano en el que casualmente estaban operando a mi hijo de quince meses. En fin. Diego neutralizó la ansiedad comiendo el desayuno buffet que constaba de chilaquiles, tocino, quesadillas de atún y frijoles. Ya habíamos desayunado en casa, claro. Yo me rescaté y solo tomé un café aguado. Ale llegó al rato. Nos quedamos charlando casi dos horas. Antes de las doce estábamos ahí pero una enfermera nos fletó diciendo que todavía faltaba media hora. Vacío en el estómago. Por suerte a los diez minutos nos llamaron y en la sala de recuperación lo vimos ya sonriente, sin suero ni nada. Con chupete y abrazando a su objeto transicional.
Excursus. Comimos tagliatelle con salsa de queso, fui al City cuando llegamos y compré un buen parmesano, un buen gruyere, rúcula, helado de Alto tango y unos yogures sin conservantes ni sabores artificiales.

Estoy agotada. El estrés convertido en dolor de cuerpo.

El bebé debería dormir la siesta pero no se duerme. No fue con anestesia general sino un gas que lo durmió y bloqueo de la cintura para abajo. Ahora está Ale con él. Ahí vuelven. Estaremos en el sillón. Difícil mantenerlo sin moverse durante tres días. Cuasi imposible. Ahora marido quiere ver la última de Polansky y yo, bueno, preferiría una comedia romántica indie que me de felicidad.

Bueno, tengo que ocuparme de la familia.
Así las cosas.
Operadas.

viernes, 20 de agosto de 2010

¿y?

mañana a las 10am operan a Camilo. sé positivamente que es una cosa chiquita y con poco riesgo (decir ninguno con algo relativo a una cirugía es una necedad). estuve bastante angustiada todo el día y presumo que aunque no expresamente, el tema está ahí, subterráneo tiñéndolo todo. fue una semana de mierda. muy de mierda. detesto estar en esta posición de constante entredicho y que se me cuele por todos los poros. me agota y agota. en fin. por lo demás, bajé a comer a la condechi con diego mu. volví más angustiada de lo que me fui pero en términos positivos, creo. saqué a los chicos al parque y me quedé hablando con mercedes. me causa gracia. ahora hay niños jugando a la wii. sebas, de 12, viene y me habla como si fuera una teen. me da gracia su coqueteo adolescente hacia mí. necesito la pulsera power balance, la pruebita de no caerte es muy contundente. y así, con perspectiva quirúrgica por delante, terminaron las vacaciones. los cuadernos y cartucheras sobre la mesa de la cocina. el domingo haré los lunchs y volver a empezar. quiero sacarme de encima esta tristeza estructural. pero por ahora, me entrego. a la noche empanadas en lo de vecinos. y la vida que sigue y se va, según como quieras verlo.
así las cosas.

last day in paradaise

Y sí, se acabó esto de despertarse temprano pero sin despertador. Marido salta de la cama a las 7.30am y yo me pregunto por qué no podemos retozar un rato más dado que es el último día de vacaciones y a partir del lunes empieza la rutina infame. Despertarme a las 6.30 es de las peores cosas que me podés hacer. Lo que más disfruté de terminar sexto años fue el fin del madrugar. No duró mucho, claro.
El baby shower estuvo genial, todo rico, amable, divertido. Hacía mucho que no la pasaba tan bien en un evento. No, no soy una persona extremadamente sociable aunque lo parezca. Me cuesta conectar con la gente. Excepto con la que fluyo. Y ahí, entonces, me quedo. Saltar de persona en persona, no es para mí. No tomo y eso no ayuda, claro. La comunicación es algo tan extraño, tan inexplicable. ¿por qué con alguna gente se da y con otra no? Raro. De todas maneras, eso en el plano de lo real. Creo que en el plano de la red tengo que retirarme del mundo mailístico. Tiempo y energía malgastada, te diría. Pero bueno, me cuesta. Tengo que trabajar sí o sí. Fumé mucho, me duelen los pulmones. Me levanto de la cama, me saco el camisón y me voy al gym. Urge.

Eso sí: cuando buscamos el coche el estacionamiento que a marido le dijeron era 24hs estaba cerrado y nadie abría por más golpes que le dimos a todas las puertas, cadenas, candados. Paramos a una patrulla que estuvo sonando la sirena un buen rato y nada. Tampoco se les ocurrió otra solución. Después de diez minutos sin siquiera bajarse, dijeron que pasaban por los puestos de la vuelta a ver si no encontraban al chavo. Ahí fue cuando le dije a marido que aunque zarandeara todo no iba a haber respuesta y esto devino en una suerte de pelea cansada y malhumorosa, yo sólo quería tomarme un taxi después de casi media hora (o más) de espera pero en el momento más álgido y al borde de desistir, el pibe no sé cómo, apareció sin decir una palabra, abrió el portón y nosotros nos subimos al auto y partimos raudos. Marido manejó a pesar de que me tocaba a mí. Mucho alcohol en sangre de su parte. Chistó todo el largo camino y yo sólo me sumí en un silencio denso e incómodo. Mascando chicle.

Por otro lado.
Todos los embates por nimios que sean me pegan mal. No me quiebro pero me doblo. Eso en cuanto a mí, en relación a los demás manejo cierta solidez. Más cosas sin importancia. Focus. ¿Sabés qué? Hoy no me gusto.
Laura me pone en tuiter: dejá de quejarte. Tiene razón. Pero es como pedirme: dejá de ser vos. Al menos estos días.
En fin.
Así las cosas.
Cambiantes.

jueves, 19 de agosto de 2010

paso y sigo

Uf, aunque esté de acá para allá la cabeza no me para.
Cambiaron los uniformes pero no encontré la chequera, mañana irá un mensajero. Recogimos los útiles que ya vienen con los nombres, todos y cada uno. Los libros no se pueden pagar con débito así que mañana también los traerá alguien más. La dermatóloga le quemó las verrugas a Coco y me deshizo de una colonia infame de granos que me salió vaya uno a saber por qué. Dice que puede ser un desajuste hormonal, veremos con el ginecólogo. Saltar de médico en médico, hueva atroz. Me dice que me va a dar una bata para revisarme los lunares y yo le digo que no se moleste, que la desnudez me causa cero problemas. ¿Cuándo me volví impúdica del todo? No lo sé. Creo que fueron los partos. La situación más alucinante e indigna que conozco. ¿Yo siempre fui así? Creo que no. Ahora, este simple exceso de personalidad. Real. Tanto en la vida como en el blog. Pero con eso, papá, no se lucra. Y yo sigo buscando.
Tengo que laburar. Hacer el pastel de zanahoria para llevar a lo de Domi, comprar el regalo.
Hijo mayor se avergüenza porque canto en público. Canto cuando estoy contenta o para entretenerlos o para calmarlos. Canto las canciones que mi madre me cantaba de chica y cada vez que aparece una nueva es un hallazgo alegrador. A veces me pide que me calle y le hago caso. Me da pena pero lo respeto. También, lo sabemos, bailo. Ahora me acordé de Mambrú se fue a la guerra y la de la pájara pinta. Me copan. Y a ellos también. Un repertorio clásico. La única que dejo afuera es la del enamorado y la muerte, es un romance español anónimo con música de no sé quién. Hermoso pero demasiado triste, tal vez mi madre debería no haberlo cantado. Entonces, la elido.

Me gusta cuando la vida no alcanza. Disfruto de que mis hijos sean grandes y puedan conversar. De caminar por la calle, tomarme un capuchino frío y comprarles una galleta de naranja porque hijo se comportó heroicamente ante el nitrógeno frío. Llamó la maestra de Roberta, Suzy, que sólo habla inglés, veremos cómo se las apaña. Simón tiene a Mr Andrew de maestro y el camión lo pasa a buscar 6.50am. Vos, ¿me estás jodiendo? Antes pasaban a las 7.05. No pienso mover el horario de levantada porque siempre nos sobra el tiempo. Pero qué delirio. Es tan claro que no nací para esto. Si sólo tuviera algún talento...bueno, es obvio que todo hubiera sido distinto.
En fin, chicos.
Así las cosas.
Vívidas.

sobre golpes de suerte y demás deseos

Antes que nada quiero elevar una queja al comité de adelgazadores porque no puede ser, bajo ningún concepto, que no coma casi nada en todo el puto día (desayuné una quesadilla, un café frío a media mañana, a las 4 un pan con queso y a las 9 un poco de cous cous y de berenjenas picadas) y engorde 100 gramos. Es cualquiera. Fue por el bajón, estaba sin ganas de nada, menos de comer.

Es cierto que hace dos días que no hago ejercicio, fue una semana muy floja a ese nivel pero no pude por h o por b (que son las iniciales de mi señor padre y por eso me gusta usarlo). En fin. Acabo de desayunar, ya estoy bañada y cambiada, lista para ir al colegio a comprar libros y uniformes (te querés matar). Después, dermatóloga con Coco. Sí, sí, ya sabemos mi vida es una montaña rusa. A la tarde baby shower at Domi´s.
Un rato después del pan con queso cayó Pau, justo en el momento en el que el día se desbarrancaba junto con mi espíritu hacia aguas más fangosas aún. Porque el pozo siempre puede ser más profundo, eso también lo sabemos.

No probé, obvio, ni una de las donas que trajo ni tampoco mi ánimo levantó mucho mientras estuvimos en la cocina, tomando café (me sigue cayendo como el orto) y juntando todo lo que los bebés tiraban una y otra vez pero arriba, tiradas en el cuarto de los chicos, de repente sentí que las cosas podían cambiar. Es una esperanza que me agarra seguido, eh. Un halo de optimismo que me dura un rato y después vuelvo a la normalidad. La angus igual se deshizo hasta hoy a la mañana, cuando me di cuenta de todo lo que había que oblar y el nudo se vuelve a formar de inmediato. Durante la cena le dije a marido que no entendía por qué yo no era esas personas a las que de repente le pasan cosas buenas, caen propuestas de no se sabe dónde, etc. No, todo lo contrario. Qué pena. Él piensa que tampoco pero le di dos ejemplos de su vida laboral que fueron sorpresas gratas e injustificadas y me dio la razón. A mí está claro que nunca me va a pasar. Los golpes de suerte no son lo mío.

Después llegó Jorge por un malentendido y nos sentamos un rato a que se tomara su leche fría con una dona. Antes de que se fueran le dije algo que pienso más que nunca: lo único útil es pensar el propio comportamiento porque es el único que podés manejar. Lo creo fervientemente.

Y no mucho más. O sí. Cansancio. Vimos una peli. Después...bueno, cosas que no están buenas, parte de nuestra vida. Y hoy, ahora, sol y salir temprano y las vacaciones que se apagan. Repito una vez más: detesto la rutina escolar. Detesto despertarme a las 6.40, armar lunch, buscar hijos, hacer tarea. Lo odio con toda mi alma. Llevar y traer de actividades. Me liquida.

No me quejo más. Al final todo, lo sabemos, es una cuestión de perspectiva y de percepción. Desearía podes sacar el lente melancólico que hay entre la realidad y yo pero no encuentro el manual de instrucciones.

En fin, chicos.
Así las cosas.

miércoles, 18 de agosto de 2010

miedo y angustia

En dosis parecidas. Eso siento. Intensamente. Quisiera que estuvieran mis papás cerca o al menos mi psi. Una soledad pesada, consisa y negra todo lo nubla.

indignación + insomnio + angustia= yo

Mala ecuación, lo sé.
Marido cayó temprano con unas zapatillas de deporte alucinantes que me vienen genial porque las mías tienen 5 años y están literalmente rotas (uso todos los días las mismas).
Reservó en el Pujol. Se supone que es uno de los top de cocina mexicana con twist pero fue indignantemente malo y desilusionante. De entrada láminas de aguacate con camarones, un gusto cualquiera, a marido le sale mejor, posta. Él pidió un tamalito de huitlacoche con una salsita de no sé qué que no valía nada. Antes se tomó un campari y después una copa de vino. Yo, bueno, ya saben: coki light. De principal me trajeron un pescado envuelto en hoja santa con menta, plátano y una salsa de leche de coco. Lo más soso que comí en mi vida. Increíble. Cualquiera. El lugar ruidoso, con detalles que estaban bien y unas lámparas infames que no se entendían. El servicio malo. Marido pidió una barbacoa de cordero bebé o algo así, no la probé pero tampoco valía nada. Obviamente le comenté al mesero todas mis críticas pero no se hizo eco. No comí pan y sólo probé una mini trufa de chocolate oaxaqueño. Marido se comió el resto de los bombones. El abismo entre Biko y esto ni lo voy a comentar, de un restó en el que comés increíble y todo sabe rico y novedoso a este bluff pretensioso pasamos por Astrid y Gastón a donde fuimos para nuestro aniversario del año pasado. El lugar es por lejos el más lindo. La comida no me convenció en su momento pero debería volver a ir para un veredicto más acabado.

Entretanto, a la tarde comí con Domi y Cristina, su madre, que nos invitó al Contramar. Estuvo más que agradable, creo que me salvó la semana. La tostada de atún como entrada estuvo deliciosa, el filete con el mojo de perejil un poco soso y las verduras al vapor demasiado crudas. Comí poco. La voluntad no ceja, quiero volver a ser yo, esa persona que pesaba 56.5 (digo, no pretendo ese peso con más de seis años encima pero sí recuperar la disciplina).

¿Viste que suelo quejarme del carisma negativo cuando tengo el magnetismo en baja? Bueno, ahora me quiero quejar del aura prendida. No es personal pero empieza a darse un fenómeno de gente que se instala en mi casa, que pasa y se queda y yo no entiendo bien por qué. Igual, pongamos que no me quejo.

Entre la comida y la cena salí al parque con los chicos. Estaba Lisa. No la veía hacía mil. Me río con ella, el 20 de diciembre finalmente se va a vivir a Palo Alto y me doy cuenta de que los vamos a extrañar. ¿Por qué si una era se termina nosotros seguimos acá? Quiero, necesito mover.

Estoy MUY angustiada. Pero angustiada feo. De agujero negro en el plexo solar. Insomnio de 3.20 a 6. Terminé de leer La pasión según GH y me hizo pensar mucho en mi juventud, en mis lecturas de otras épocas, en mis pensamientos, en cómo lo concreto gana terreno. O como la angustia y las reflexiones mutan. Necesariamente. Antes de leer pensé mucho en todo. Pienso y re pienso, busco otros temas para tapar los que me alteran. Le digo cosas a mi interlocutor, me convenzo de algo y después de exactamente lo contrario. Marido, dormido, se me tiraba encima, una brazo, una pierna, el aliento a sueño sobre mi cara. Nunca se enteró siquiera que prendí el velador. La última vez que miré la hora eran las 6am. Y tardé un rato más. Ahora el cansancio es mal compañero. Necesito otro aliado. La hiperactividad podría ser uno pero no es el caso. Ir al super y leer lo que tengo que leer no suponen un respiro. Padres llaman desde Londres. Recuerdo que la abuela mañana cumple 99.

Campos semánticos adversos se configuran en un universo femenino. Escapar es la consigna.

Ay. Tanto cansancio y angustia. Quiero dormir eternamente.

En fin. Me extendí.
Así las cosas.
Revueltas.

martes, 17 de agosto de 2010

9

¿Qué puedo tener nuevo para decir? Pasaron 9 años. 9 largos, sinuosos, complejos, amables, amorosos, felices, infelices, duros y todos los etcéteras que te puedas imaginar.

Al mediodía del 17 nos casamos por civil y al día siguiente en la fiesta debe haber habido 300 personas. No me acuerdo nada, sólo que entramos bailando una canción de Belle & Sebastian y que Drole era el dj (demasiado moderno). Nos fuimos temprano, yo lo único que quería era dormir. Las chicas nos regalaron noche de bodas en las suites de Marcelo T de Alvear, no sé ni siquiera si garchamos. Al día siguiente Diego se dio un baño de inmersión solo (yo estaba embarazuta y todo me sentaba para el orto) y después vimos un documental sobre un avión secuestrado. Mis amigos se quedaron hasta super tarde, todos borrachos y con kilombos con los novios. Tenía 23 jóvencísimos años. Pienso que a la luz de los hechos se ve que no hice mal. Si nunca había pensado en casarme y tener hijos la realidad es que si lo hice fue sólo porque: estaba enamorada.

(¿como le explicás a alguien que no te conoce de antes que parecías la última candidata a armar una familia? ¿que hasta hacía un año llorabas porque te parecía que jamás nadie te iba a querer, que la pareja estable y la monogamia no era parte de tu naturaleza y que tenías muy decidido -posta- que no querías tener hijos porque no era para vos firmar un contrato ad eternum?)

Ayer le dije a marido que nunca pensé en tener todo lo que tengo y se lo dije a todo nivel.
Hay muchas cosas que me perdí por armar una familia de tan joven.
Hay muchas cosas que me perdí por ser demasiado neurótica.
Ahora soy una mina grande, casada hace 9 años, con tres hijos. Y el tiempo parece haber volado. A veces. Otras no tanto.

Y acá seguimos, juntos, queriéndonos a pesar de todo. Me gusta que sea así. Me gusta la trascendecia de la relación, ser una unidad. Un todo propio.

Y lo que no dije: ya no sé quién soy sin él. Siento más que nunca que estamos fusionados, que nos imbrincamos de tal manera que ya no podemos distinguir qué viene de quién. Y no porque seamos una pareja melosa o falta de personalidad (espero que nadie piense eso porque me mato) sino porque la convivencia lo hace ineludible.

Lo más increíble de todo: hay amor. Como siempre.

En fin. Supongo que iremos a cenar, no sé, no pensé nada. Estoy a dieta lo que no resulta demasiado compatible con un gran programa (Xime dice que una llega hasta el miércoles, que ahí empezás a preguntarte para qué tanto esfuerzo si así estás bien...veremos si logro exorcizar la maldición y que la voluntad sea más).

Me voy al gym. Marido se pasó finalmente 1hora 40 intentando que viéramos la peli y no lo logró. Terminó malhumorándome. Leí un rato de La pasión según G.H.  No es el tipo de literatura que me interpela y recordé por qué no me tienta leer a CL. Oh, sí, lamento hacer esta confesión y ser sacrílega. Toda una generación que piensa lo contrario. Entiendo por qué está lleno de mujeres a las que sí les copa, entiendo sus intertextos y su virtuosidad pero como con las personas, con la literatura me siento más cerca de los hilvanes, los desvíos, las tramas y demases que de cualquier otra cosa.

Después depi defi y después laburo.

Mi vida: este mar de emociones fuertes.

Bueno chicos, así las cosas eh.
Perdurables.

lunes, 16 de agosto de 2010

tiempo, tiempo sin una palabra

viajes, soledad y depresión.
Y al fin -suerte- su destino
ella sola y otra ropa.
Y en el silencio del cuarto
otro color en la silla.


Ya conté mil veces que la primera vez que fui a Cemento tenía quince y tocaban Los visitantes. No sé si había escuchado algo antes pero íbamos con Jacyn que me re copaba y no me daba pelota (excepto porque me hacía la paja sin besarme cuando venía a ¨estudiar y esa parte no estoy segura de haberla expresado alguna vez: mis propias playas oscuras de la más tierna adolescencia; quisiera poder decir que fue el único).
Marido lucha con los subtítulos de película, cambió el cable para poder tener internet derecho en la tele, buscó un conector por más de media hora y lo teníamos casi enfrente y ahora no ceja en sus intentos hace exactamente catorce minutos. Marido es así. Yo soy todo lo contrario. Estuve toda la tarde en mi búnker. Mucho tiempo para pensar, demasiado. Cosas buenas y cosas malas y cosas que ni fu ni fa. Bueh, a ver qué. Mañana cumplimos 9 años de casados.
Ampliaremos.

fotis playeras

desmoronarse

Es el único arte al que me acerco seguido. Los catalizadores son cada vez más nimios y sutiles y me hace pensar por qué. Lloro en el sauna, una lágrima que cae solitaria sobre la madera caliente y  de repente detesto la desnudez. La simbólica más que cualquier otra. Me siento sola y triste y pienso por qué quiero que alguien todo el tiempo esté ahí para escucharme. Jamás ese alguien puede ser masculino. Pasa por otro lado. Las mujeres y su empatía.
Me bajé de la patinadora a los 11 minutos. No pude más y no sé si era emocional o físico. Me duelen los músculos y creo que es porque el sábado no elongamos nada y yo había hecho un par de minutos de aparatos. Empecé dieta, tres kilos no pueden ser más que mi voluntad. Más allá de la voluntad. Más allá de la voluntad de poder. Tengo que trabajar y la casa es un caos. ¿Bajo al estudio o me voy a un café?
¿Y la crueldad? A mí, justo a mí. No puedo ser feliz acá porque la vida cotidiana me agobia. No puedo ser feliz allá y lo sé porque la mirada externa me aniquila. Conclusión: ser feliz no existe. Ah, sí, ya lo sabías, como todos. A veces hay que ponerlo en palabras. Por lo demás, sale el sol, los chicos miran Los Simpson y yo me pongo ya con el deber. Y mi deber ser no existe. Quiero brillar. Vamos a brillar mi amor.
Así las cosas.
Deshilachadas.

domingo, 15 de agosto de 2010

nosotras

Fuimos con Xime, Pau y nuestra descendencia (Xime y yo con -1). Antes de entrar al Pata negra (pub que los domingos monta un mini espectáculo para niños) fuimos al parque España. Todo en la Condesa. Estaba lleno de niños y no es fácil lidiar con cuatro de diferentes edades. Igual fue sólo un ratito. Después cruzamos y nos encontramos con Xime.

Excursus, tuve que ir a darle de (no) comer al bebé. Diluvia. Eso sí: ya lo acosté. Libre al fin.

Pedimos unas tapas y mientras los niños miraban el show y después pintaban unas mariposas, nosotras hablábamos sin parar. Éramos las únicas madres sentadas. Todo el resto participaba de la actividad con sus crías. Nosotras soñábamos con el cigarrillo imposible. Milo se ensució todo, se estuvo por caer de una tarima, etcétera, etcétera. No, chicas, no es el primero como el de ustedes, es el tercero. Y no somos esa clase de madres, sepan disculpar. Unos diez minutos Pau se normalizó y fue a tirarse sobre esas porquerías tipo goma eva que se encastran las unas con las otras y tienen letras troqueladas. Yo ni eso, me bajé de la banqueta infinidad de veces, lavé manos y piernas en el baño (hijito, es hora de que empieces a caminar de verdad, el gateo no da para más) y con eso me fue más que suficiente. Después caminamos con la prole hasta la heladería, nos fumamos el pucho del paraíso y volvimos a partir. Todo con bebés es difícil. Milo y Mila están en la peor edad de todas (sólo disfruto y se me ablanda un poco el corazón cuando Milo se ríe con sus dientes a medio crecer y parezco casi casi una madre normal). ¿por qué tener hijos? Esa era la pregunta que flotaba en el ambiente. Bah, no sé, al menos a mí me flota y a Pau también, creo que Xime lo tiene un poco más claro (y no porque la veas y parezca una madre entregada). Ehhhh. No sé. No sé lo que es no tener hijos. Ya no puedo imaginarme. No sé por qué la gente desea tener hijos. Creo que es narcisismo, trascendencia, materializar un sentimiento de un amor que ya no te entra entra en el cuerpo. Después, la crianza y todo lo que sigue es bastante cuesta arriba. Creo. O al menos para mí. Debe haber gente que lo disfruta más. De hecho, mis amigas históricas. Pero estoy muy lejos. En fin. No sé ni a qué venía todo esto. Mi reputación de madre monstruo no necesita ser alimentada.

Por otro lado, creo que voy a empezar una dieta estricta. No puedo rendirme ante tres kilos del orto que ya son parte de mi ser. Son kilos difíciles. Este es más o menos lo que yo llamo mi peso natural. Ese en el que te mantenés sin dificultad. Ser más flaca implica mucho esfuerzo. Quiero probar si soy capaz de hacerlo, como era en otras épocas. Bueno, voy a hacer cosas útiles. Marido pasa a buscar a Tita. Marido se va todo y yo un poco lo extraño.

Bueno, muchachos. Esperaría que mujeres distintas, mujeres que no lloran ni sufren por amor hicieran su descargo. Yo conozco mujeres que no se enamoran. O al menos no tan fácilmente y por lo general son ellas las que hacen sufrir. Conozco más de dos. Como mínimo.


En fin.
Así las cosas.
Domingueras.

los grandes malos entendidos

Es temprano. Dormí poco y estoy cansada pero desde que me acosté que me da vueltas el tema. No es original, para nada, pero a esta altura de la soireé ¿qué lo es?

Así como todos vimos He´s not that into you y entendimos (a pesar de lo mala que es y el desperdicio enorme de un gran tema espantosamente realizado) que los tipos cuando no nos dan bola es simplemente porque no les gustamos tanto (o lo suficiente). Y a pesar de este saber universal, las mujeres gastamos horas, días, meses y años elucubrando, intentando entender, haciendo una exégesis exhaustiva de todos los movimientos, palabras, hechos ocurridos y demás etcéteras. La especulación, como es de suponer, no nos lleva a nada pero nos calma, nos sostiene. Y nos entrentetiene eternamente, aceptémoslo.
La contracara son las interpretaciones de ellos en cuanto a nuestros sentimientos. Está claro, clarísimo que los hombres no entienden nada por más películas que puedan llegar a ver, por más amigas con las que hablen. Chicos: las mujeres nos enamoramos de los hombres equivocados la mayoría del tiempo. Caemos en las garras del casado, del fóbico, del amigo, del gay, del complicado, del que no quiere tener más hijos, del que simplemente no nos quiere tanto. Sin parar. Y sí sufrimos, y queremos más y lloramos y nos duele la panza pero la piloteamos porque alguien nos enseñó de chicas que: ante todo, dignidad. Y los pibes suelen no (querer) darse cuenta de nada. Piensan que somos livianas, que nos copa coger así, de onda, sin esperar más o que la llevamos super bien aunque ellos pretendan mantener el statu quo por siempre. Qué manera de no entender nada. De nada. Es mentira, chicos. La pasamos mal y nos cuesta recuperarnos aunque jamás se vayan a enterar.  

En lo personal, si me volviera a pasar, nunca repetiría errores pasados. Jamás me quedaría callada, suponiendo que el otro entiende, sabe. De hecho me pregunto por qué lo hice de chica, por qué alguien no me dijo que no perdía nada, que podía enfrentarme al pibe y tirarle la posta y que, en definitiva, nada va a cambiar porque a alguien le gustás o no le gustás y punto. Acá va a estar lleno de mujeres que creen en la especulación,  en crear tácticas, en mostrar pero no tanto, en decir pero no todo. Bueno, son posturas. Yo creo postivamente: si me querés, quereme enamorada.

En otro orden de cosas, a mí la gente en general me enamora más por su miseria que por sus supuestas cualidades positivas (me enamora, me encanta, me atrapa no en el sentido romántico, claro). La aceptación de la miseria y su desarrollo me apasionan. La mentira, la impostación, la condescendencia, la formalidad, por el contrario, me alejan, espantan, confunden. Sé que peco de conejito cándido pero ¿por qué alguien te dice que va a hacer algo que finalmente no hace? ¿qué sentido tiene? El mundo se mueve así y es obvio que soy la inadaptada. Ni modo. Igual sigo creyendo y esperando a que la promesa se haga realidad hasta que el tiempo ya no deja dudas.

Por lo demás, marido lee el diario mex en Ipad (la interface de diarios y revistas en el aparatín son grosas en serio), el bebé da vueltas (se despertó a las 7am y ya no hubo nada que hacer), Tita pide intensamente usar el aparato y Coco termina de vestirse para ir con el padre a jugar al golf. Por ende me quedaré con los dos pequeños y haré programa con Pau (que también está sola), hermich y Xime + niños. Programa de chicas, claro, excepto por Camilo. Intentamos ver Los hombres que no amaban a las mujeres (no sé por qué marido consideró que podía interesarme) pero se nos cortó a la mitad. Antes de disponernos a eso, marido e hijos mayores miraban, ultra copados, dvd de Talking heads del 84 (qué modernos, por favor) mientras yo me alienaba en la compu. Después todos cantábamos.

Quiero decir que: mis hábitos alimenticios están peor que nunca. En muy contadas excepciones me siento a comer como una persona normal, me la paso picando. Me aburre la ceremonia.

En fin.
Eso.
Ahora desayuno y diarios. Hay sol.
Así las cosas.

sábado, 14 de agosto de 2010

con el rancho descontrolado

Somos muchos. En casa la amiga de Simón, esa con la que se mataba a besos. Se encontraron en el club y nos la trajimos a casa. Un poco de agobio por el encierro. Quería hacer cosas y no me concentro. El bebé no da respiro. Man, esto yo ya lo pasé. Basta, no gusta. Marido arregla todo lo arreglable y en el camino se encastró un destornillador en la nariz (herida sangrante) y las luces de afuera le dieron dos patadas. Riesgo de electrocutarse. Después se subió a un banquito de plástico que puso sobre caballete inestable para que en lugar de estar en el estudio, el modem de la internet esté en la sala de tele. Más riesgo. Entre las plantas. Hice unos fideos. Compro comida sana pensando en cocinar y comer rico pero a la mera hora, simplemente, me da fiaca. No cocinar sino comer. En lugar de pasta comí fruta con yogur natural, granola y miel. Si no fuera que antes piqué tarta de espinaca, sería flaca. Si en lugar de estar encerrada en mi casa todo el día, saliera, seguramente sería muy flaca. Caminamos una hora con Pau pero no llegamos al 70% en todo momento. Así no funciona. Quiero decir de Inception que sí me pareció una buena idea pero no me conquistó. Me aburrió un poco y creo que tiene inconsistencias. Para el caso, Matrix me pareció cuatro mil veces mejor. Tengo que ir a ver qué hace el bebé. En realidad como habría que cambiarlo mejor lo baño y listo. El día, así, se va apagando. No vamos a salir. Podríamos ir a una fiesta pero poca energy. Iría de nuevo al cine. A veces me gusta más que otras. De todas maneras, bajaremos peli y las veremos en nuestra super sala de tele con home theatre y pantalla plana. Marido colgó dos de los parlantes en las paredes. Uf, qué nivel de demanda. Chicos, paremos, paremos. Necesito libertad. Un poco. Dame libertad. Un café. Una caminata. En fin.
En fin.
Así las cosas, chicos.
Familiares.
Puse en tuiter: la gente quiere casarse y tener hijos porque no sabe lo que le espera. Es terrible. Pero, a veces, es real.
Desangelada.
Inception es una garcha atómica. Cabeceé. Comimos comida asquerosa y nos peleamos intensamente. El matrimonio, esa institución fallida y a veces, desalentadora. No, no es la institución, son los sujetos, me digo. Ahora me voy a hacer deporte. Me duele la panza. Detesto la mala comida y además, no la puedo digerir. Amo mi lap recuperada. Hola chiquita, no sabés cuánto te extrañé y cómo te valoro ahora, aunque el teclado me confunda un poco. Y no mucho más. Debo dejar el camisón y ponerme ropa ad hoc porque pasa Pau a buscarme. Creo que la cirugía la pasamos para el sábado a las 8am, era una locura encima tenerlo en ayunas durante todo el día. Mal humor. Mi estado natural acrecentado por pelea con marido. Panza mal. Mi estado natural acrecentado por deditos de queso. Ashco. El amor, ese sentimiento resbaladizo. En fin, queridos.
Así las cosas.

viernes, 13 de agosto de 2010

cine

Hoy iría a ver Inception pero no sé si marido está de ánimo. Siquiera sé si está disponible. Hablé por skype por tel y poco, muy poco ao vivo. Leí todo el día. Ahora niñas juegan en el cuarto y yo estoy con ánimo de chat pero sin mi lap (vuelve hoy después de nuestra larga separación). Persona me contesta un mail mala onda y yo pienso: ¿qué garompa te pasa? No estoy hecha para el mundo real.
Supongo que estarán en las múltiples presentaciones de libros. Yo, en el suburbio, con todos sub ocho (Dany fue con Coco al cine).
En fin, chicos.
Así las cosas.

ayer

la buena leche
la mala leche
el pensar y ocuparse de los demás
en los que no
en qué es lo que corresponde

a veces preferiría ser
más
intrapreocupada

vivo con sueño
no mucho desde el último post
el amor
después de los 30,
existe?
la gente se enamora como a los 20
yo creo que sí
pero que cuesta más

por otro lado
te quiero decir
que tener 3 hijos
es una locura
que no entiendo en qué
momento se me ocurrió
a mí
justo a mí


me voy a laburar
algo que debería haber hecho
hace
unas 3 horas??
vivir la vida
crudamente
sin mediación estética
te vuelve
yo
desearía
que fuera distinto

no plans
for the weekend
se terminan las vacaciones
uniformes
libros
transportes
buscar llevar traer
tarea
y eso
ESO
para la cual
no sé, creo que ya te lo dije
no nací

la cirugía
un gancho
pero yo
por esas cosas no me angustio
soy una optimista
absoluta
y siempre pienso
que todo va a estar bien
sí, sólo en ese plano
pero es uno de los importantes

en fin
see u later
alligator

pocas novedades

35 minutos de ejercicio
sacarle sangre al bebé
laburo atrasado
skype
hay que concentrarse
tengo que centrarme
cosas que me ponen contenta
que salen
pero no mucho más
después me pongo las pilas.

jueves, 12 de agosto de 2010

mientras marido se hace sandwich gourmet

yo acá estoy
llegamos de pasear por el super
me gustaría poder comprar cosas ricas
todo lo que me gusta
para recibir gente
para eso me gustaría que la plata no fuera un problema
¿lo podés creer?
sí, ya sé
cualquiera
casi le lloro al cirujano
mientras
contaba cómo va a ser la cirugía
en principio
el jueves que viene a las 4pm
mi pobre bebito en un quirófano
horrible
pero después
dejamos a los chicos
y paseamos un rato solos
y me copa
estar con marido
con tiempo
charlar
fuera de casa
vi fotos
viejas
que bajó al ipad
escaneadas
qué joven y flaca se puede ser
con sólo un hijo
coco
la misma cara que milo
pero rubio
divino
morfable
y mi ex casa
hermosa
luminosa
canchera
éramos tan otros
que no telas podés creer
o sí
simón dijo
quiero volver el tiempo atrás
se ve que ser el único
conceptualmente
le cabia
pero el rewind
querido hijo
no lo inventaron aun
en fin
no mucho más
esas son las perspectivas
y ni modo
así
las
cosas

no es tanto lo que pido

Mentira. Sí: pido tranquilidad. Esa cosa que no existe. Supongo. Aunque si yo supiera que tenemos garantizada nuestra calidad de vida por siempre, bueno, la mitad del concurso lo tendría ganado. Me despierto con un nudo en el estómago, parte angustia, parte no poder digerir la carne de anoche. Maia y Gastón convencieron a marido de hacer asado ahí y lo organizaron (MUY GROSOS, les estoy eternamente agradecida). Marido no sé qué tomó pero terminó en estado lamentable. Me dijo te amo 15 veces en el camino de vuelta mientras manejaba su auto (que de todas maneras estoy usando porque el mío está en reparación). Hubo un mini baile. Comentamos algo sobre mi hermana bailando en el casamiento de Aldo y me di cuenta de que los cuatro (mis cuatro hermanos, digo) somos increíblemente aparatos. Y cada uno por un motivo (o motivos) distintos. Hace un rato llegué de no tomar un café con Pau en el estacionamiento de Krispy Cream. Nunca nos bajamos del coche. Creo que fueron dos horas. Esperpénticas. Imaginate.

Me hago preguntas, las de siempre: ¿qué importa? ¿para quién? Ayer me preguntaba cómo podía ser que las apreciaciones no fueran universales. Las de todo tipo, digo. Imaginate un mundo homogéneo. Un mundo en el que a todos nos gustara lo mismo, quisiéramos lo mismo, opináramos lo mismo. Ya sé que es un pensamiento muy naïf pero no lo había tenido nunca (muy Imagine, lo sé). Pensamientos que te surgen por tener a la derecha argentina más recalcitrante cerca, ponele. Vivir afuera.

Por cierto, yo no tomé nada. Nada de nada. Volví a tenerle cierta aversión al alcohol.
Extraño a mi psico. Y a Miranda que está de vacaciones. A coachie la recuperé vía mail. Y Pau por suerte, aunque nunca se sabe por cuanto tiempo, ya está in town. Me voy a bañar. Es casi la una y tengo que trabajar. A la tarde llevo a Milo al cirujano. Qué bajón. No me angustia pero me da una sensación de sumatoria rara. Tipo: aflojame, dale. No tengo ganas de que mi bebé entre al quirófano. Y menos este año tan heavy. En fin.
Me retiro.
Así las cosas.
Agobiantes.

miércoles, 11 de agosto de 2010

la preocupación, ese estado permanente

Hay que operar a Milo de la hernia. Un clavo. Mañana hora con el cirujano. Mucho para escribir pero poco tiempo. Preguntas sobre la maternidad, sobre el amor. Cosas de ese estilo. Para otro momento. Ahora laburar, ir al banco, comprar pastel. En fin.
Así las cosas.
Quirúrgicas.

40s

En lugar de estar haciendo cualquiera de las cosas que debería estoy acá, wasting my time. Ayer se cortó la fase de luz de la cocina y el estudio. Hicimos una bolognesa a oscuras que no duró ni cinco minutos en el estómago. Se ve que no ando del todo bien. Estábamos hablando de algo que me interesa a mí y como no me acordaba de algo que marido me dijo hace un mes y medio, yo con los ojos llorosos de recién haber vomitado, dejó de hablarme diciendo que yo no le presto atención, que no tenemos tema, etc, etc. Horrible. Después de todas maneras se comió los Reeses que le compré de pasada cuando adquirí su Ipad. Se lo di en una bolsa de Spiderman que encontré por ahí, primero dijo uh no, quería que lo tuvieras vos (what? sigo sin entender para qué garompa puede quererlo alguien que tiene BB más mac book pro y ipod pero es un chiche tech, cumple 40 y me pareció que si lo quería estaba bien). No hay problema, ni lo abras y lo vendo (supuse que algo así pasaría). Mi intención era comprarle un buen reloj, de esos que duran toda la vida, uno de verdad, que diga: mi mujer me lo regaló para mis 40. Pero no pude. Por primera vez en mi vida sentí que quería comprar algo que no podía. No es porque me compre todo lo que quiero sino porque por lo general no quiero nada. Este era un regalo. Pero los relojes buenos son completamente inaccesibles, al menos para mí. Marido, entonces, ahora, tiene un Ipad. El 11 de agosto es la fecha más popular que conozco a nivel cumpleaños. Posta. Conozco seis personas que cumplen hoy. Cargamos la tele gigante en la camioneta y marido se la llevó a la oficina. Esperemos que tenga un buen día. Esperemos que podamos ser felices. Los cumpleaños no pegan bien. Me voy al super. Estoy vestida de gym pero creo que no habra gym. Tengo que llevar a Milo al pediatra, a Simón al dentista, comprar pastel, trabajar, mandar mails, hablar con el electricista (marido hizo muchos intentos pero no pudo con el tapón roto, marido es MUY habilidoso). Y algunos otros etcéteras. Me sigue doliendo la panza pero igual me clavé un hotcake y medio con philly y miel. Sí, muy hija de puta. Bueno, amigos, saluden a marido. Vía FB, vía mail. Yo ya saludé a Fer, me falta Gaby. Y en esas estamos. Me despierta inquietantemente angustiada pero intento hacerle slalom. Me voy con los mayores.
Así las cosas.
Cumpleañeras.

martes, 10 de agosto de 2010


alguien me dice que tengo cara de orto en las anteriores.
yo digo que no.

entre trámite y trámite

Llegué hace diez minutos y en breve me tengo que volver a ir. Estamos argentinizando hijos menores y lleva mucho tiempo (aunque los papeles los tienen hace dos meses). Angustia. Esa que muta, se instala, quema entre las tetas. Angustia laboral y no mía. Angustia en general. Es tan forra la angustia. Tan que no sirve para nada que me da más bronca. En fin. Tengo cosas que hacer. Muchas. Y a la tarde merendamos, creo, en lo de Ile con Pau. Debería llamarla. Detesto estos períodos. Espero que se pasen. Las perspectivas son grisáceas y me da miedo. Eso me da miedo. El futuro. Siempre. Bueno. No mucho más.
Así las cosas.
Sombrías.

lunes, 9 de agosto de 2010

repunting

Me pasé el día sentada en el escritorio. Bueno, no. Hice 50 minutos de aeróbico sobrepasando el 70% de mi capacidad cardíaca. Veremos si en dos semanas hay resultados.
Hablé con María y coincido con ella en que el tiempo parece escurrirse, las fechas sobre todo. Pasa demasiado rápido conceptualmente porque el día sin laburo (ya lo revertimos) y con niños at home, se me hace eterno. Bajé a Polanco. Cuando salí del edificio, llovía a mares. Bueno, no salí. Esperé unos minutos a que amainara y finalmente me decidí a buscar el coche que estaba a dos cuadras. Empapándome. Polanco se inundó todo con sólo veinte minutos de lluvia intensa. Y cuando te digo todo, es todo y mucho. Estoy cansada no sé bien de qué. Me traje muchos libros en la cartera, intentando que el agua no los alcance. Tengo cosas que hacer esta semana. Una de las cosas es ocuparme de cumple de marido. Aunque no quiere hacer NADA. Intento convencerlo de que hay que festejar los 40 pero no lo logro. Ahora sí más cosas en la cabeza. ¿Será que forzar el cuerpo me está agotando? Hablo del gym. En fin. Ah, en los semáforos leí sobre el derrumbe y casi no lo cuento. Leer diario y manejar no estarían siendo compatibles. Quería escribir sobre algo que no recuerdo. Voy a ir a darle de comer a mis hijos mayores. Veo a marido conectado al skype, por ende, no está en camino. Extrañamos laptop y sus infinitas posibilidades de ser transportada.
En fin.
Cansada, lluviosas, vacacionales, confusas y algunos etcéteras pero repuntada.