martes, 22 de mayo de 2012

solo vengo acá cuando estoy triste. qué raro.

hoy estoy triste. tristísima.

o solo decaída. y con la labilidad más exacerbada que nunca.

me avergüenza, eh.

en realidad estoy angustiada.

y cuando estoy angustiada de inmediato pienso en mi infancia y adolescencia.

durante demasiados años viví con un nudo en la garganta. a veces bajaba y se instalaba como peso en el pecho. y se deshacía poco.

ahora, hace años, y en gran medida gracias a México, soy mucho menos angustiada. por eso valoro el suburbio y la boludez y los pasteles y las galletas y los hijos y el amor marital y alejarme de lo que creo que soy ideológica e intelectualmente (que a esta altura debe ser una creencia perimida e idealizada, claro).

pero hay días, como hoy, en los que me siento así, chiquita, poquita cosa y me dan ganas de volverme invisible y de no hablar con nadie. después me ves y no se nota, eh. pero esta sensación no se me va.

en fin.

igual tengo que ir al City a comprar pollo orgánico y pescado y por ahí algo de ropa interior para mí. amerita.

así las cosas.

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